Un tributo a la memoria plasmado en lienzo: este retrato de mi abuelo encarna setenta horas de dedicación. Cada rasgo ha sido tratado meticulosamente, cada matiz cuidadosamente elegido, culminando en una representación realista que espero trascienda al tiempo.
Con este cuadro he intentado detener el tiempo, permitiendo que la esencia de mi abuelo quede inmortalizada en cada trazo y pincelada. El retrato es una ventana hacia el alma y el legado de mi abuelo.